Son especies de cultivos para proporcionar servicios para el agroecosistema, como: la protección del suelo contra la erosión; la captura y prevención de pérdidas de nutrientes del suelo; la fijación de nitrógeno, en el caso de leguminosas; el incremento del carbono del suelo; el mejoramiento de las características físicas y químicas; el incrementos de la diversidad biológica con organismos benéficos y la supresión de malezas y plagas.